jueves, 24 de marzo de 2011

Entrevista al bisnieto de Stalin.


¿Dictador o líder? ¿Cuál era el verdadero Stalin? ¿Por qué su nieto Iakob Djugashvili está procesando a Novaya Gazeta y a Ekho Moskvi? GT (Georgian Times) entrevistó a Iakob Djugashvili.


P: ¿Cómo puede defender la reputación de Stalin?

R: La época de Stalin y el papel de Stalin son dos cosas diferentes. Stalin es considerado un dictador y culpado por cosas que no hizo. Un dictador tiene poder real y controla las estructuras policiales y otras estructuras del país para hacer lo que él quiera. Stalin no tenia cargo en el Estado soviético antes de 1941, ningún oficial de policía o soldado era su subordinado, pero él era un líder. Sus camaradas creían en él porque Stalin no había nacido en 1924 y ellos habían vivido la lucha revolucionaria juntos. La estructura colegiada de gobierno mostró que todo lo que Stalin escribió fue puesto en práctica.

P: Hay dos visiones sobre Stalin. Es venerado por unos en Georgia, mientras otros, lo condenan. ¿Lo que hizo en Georgia fue bueno o malo?
R: Yo estoy en contra de discutir sobre Stalin en relación a Georgia o incluso a Rusia; él era el líder de la Unión Soviética. Al contrario de la Georgia y de la Rusia actuales, la Unión Soviética servía a su pueblo. Stalin debería ser considerado una fuerza unificadora, no solo por el pueblo de Georgia o de Rusia, sino por todas las personas bajo la influencia de las marionetas fascistas de Occidente.

P: Fue erigido un monumento a los polacos ejecutados en Katyn durante la época de Stalin. ¿Qué opina de esto?
R: Le voy a contar algunas cosas interesantes sobre Polonia. En 1934 (después de que los Nazis tomaran el poder en Alemania) Polonia se convirtió en un aliado oficial de Alemania. En el verano de 1938, cuando Alemania anexionó Austria, Polonia no cumplió sus obligaciones con Francia, al no oponerse a la invasión alemana de Austria. En el otoño del mismo año, en virtud del Tratado de Múnich, Alemania no solo anexionó a Checoslovaquia sino también la región de Stettin en Polonia.

Polonia sabía que esto sucedería, pero no estaba de acuerdo con ninguna de las partes del Pacto de Múnich. Polonia entonces cesó las conversaciones con la Unión Soviética, con Francia y con Gran Bretaña sobre la formación de un pacto anti-Hitler. El 1 de septiembre del mismo año, Alemania invadió Polonia y el día 10, los patriotas, el Gobierno y los Generales de Polonia liderados por Sikorski abandonaron el territorio polaco con orgullo y valentía.

El 13 de Abril de 1942, Goebbels – con el objetivo de separar a la Unión Soviética de sus aliados – declaró que en 1940 los judíos de la Unión Soviética habían ejecutado a millares de oficiales polacos. Dos días después, el día 15 de Abril, el jefe del Gobierno polaco en el exilio y aliado de Gran Bretaña, Sikorski, confirmó públicamente la declaración de Goebbels sin hacer ninguna investigación o mostrar alguna prueba.

En 1943, los británicos planean un ataque a Noruega para cercar a los alemanes en el Báltico. Pero los alemanes lo descubrieron. Entonces la paciencia inglesa llegó a su fin y en 1943 el avión en el que Sikorski regresaba de Marruecos para Inglaterra cayó en el Estrecho de Gibraltar. Solo los pilotos ingleses sobrevivieron, Sikorski y sus hijos murieron.

El Gobierno polaco traicionó a todos sus aliados (hasta a su propio pueblo) y de esta forma provocó la Segunda Guerra Mundial. El truco propagandístico de Goebbels sirvió para atraer a 1.8 millones de voluntarios al ejército alemán, prolongando la guerra y aumentando el sacrificio.

La cuestión de Katyn volvió a los escenarios en 1989 cuando los traidores gobernaban la Unión Soviética. Ellos querían destruir la Unión Soviética y uno de los medios esenciales para hacerlo era rompiendo el Pacto de Varsovia. Polonia después se uniría a la OTAN.

Ahora Occidente necesita el asunto de Katyn para obligar a la Federación Rusa a pagar una indemnización. Tengo estudiado el material sobre este tema y me convenció de que los alemanes fusilaron a los polacos en el bosque de Katyn próximo a Smolensk, en 1941, cuando ellos controlaban Smolensk. Hoy todos culpan a la Unión Soviética por ejecutar a los oficiales polacos en Katyn y usan este tema para mejorar sus carreras políticas o para otros fines. Estas personas son los hijos espirituales de Goebbels y yo los considero mis enemigos.

El formato de nuestra conversación no me da la oportunidad para profundizar en este problema, y por eso aconsejo a aquellas personas que aún tengan dignidad y lucidez de pensamiento a leer el libro “Detective de Katyn” de Yuri Mukhin, su película “Katinskaya Podlost” y su reciente libro, “Sud Nad Stalinim”, en el cual Yuri Mukhin, Sergei Strigin e Mikhail Shved, los cuales investigaron la cuestión, exponen sus argumentos. Quiero intrigar a los lectores diciendo que Sergei Strigin descubrió 43 muestras de falsificación en los argumentos del “Paquete Especial #1”.

P: ¿Usted ve la caída de la Unión Soviética como algo negativo? ¿No cree que ese fue uno de los períodos más oscuros de la historia de Georgia?
R: Sí, fue un período oscuro. Los caníbales comunistas crearon condiciones tan insoportables que la población de Georgia aumentó de 2.7 millones (de acuerdo con datos de 1914) para 6.7 millones (de acuerdo con datos soviéticos de 1986), de los cuales el 70% eran georgianos. Un horror sin precedentes fue infligido en el sistema educativo, era gratuito y era uno de los mejores del mundo. Pero no hay nada comparable a la crueldad llamada asistencia médica gratuita. No solo los hospitales eran gratuitos sino también lo era todo el sistema médico-sanitario. Estoy de acuerdo en que esto fue un genocidio para el pueblo georgiano, sin ironías.

La Unión Soviética, como cualquier otro país, no era inmune a las crisis. Las crisis eran habituales. Pero la URSS no era como otros países, porque su filosofía era muy progresista. Por esa razón estaba amenazada por otro tipo de crisis. El problema de la Unión Soviética era que estaba dirigida por el Partido Comunista, que se convirtió en un refugio de parásitos. Stalin comprendió esto muy bien en 1936, cuando intentó limitar los poderes del Partido. Stalin presentó una constitución en 1936 en la cual se permitía la participación de personas que no fuesen miembros del Partido.

Stalin llevó a cabo campañas contra las oligarquías del partido. Perdió su batalla, pero sobrevivió. Stalin intentó retomarlas en el 19º Congreso, en 1952, pero, desgraciadamente, este intento le costó la vida. Fue asesinado. Y esto fue seguido por la campaña anti-Stalin de Kruschev, que no fue otra cosa que un intento por ocultar este crimen al frenar las reformas lanzadas por Stalin.

El Partido Comunista se convirtió en un nido de “no-comunistas”. ¿Por qué nos sorprende que hoy en día las palabras “comunista” y “bolchevique” se hayan convertido en insultos? Creo que personas honestas y sabias intentaban curar las enfermedades de la Unión Soviética, pero otras personas necias y deshonestas intentaban destruirla.

P: Su padre, Evgeny Djugashivili demandó a Novaya Gazeta.
R: Hoy en día no existen condiciones normales en Rusia y es imposible exigir que cualquier persona o mass media sea responsabilizado por sus palabras. Nosotros utilizamos el tribunal como una forma alternativa de discusión. Conseguimos un resultado sin precedentes puesto que el proceso puso de manifiesto la verdadera naturaleza de los “anti-estalinistas”. No tenían argumentos para defender sus posiciones.

P: Ahora usted tiene un segundo caso judicial acerca de Stalin.
R: Actualmente, se está llevando a cabo un segundo proceso contra Ekho Moskvi, que decía que Stalin había firmado una orden secreta para el fusilamiento de un niño de doce años que fuera acusado de un crimen. Solo piense el tipo de barbaridad que Ekho Moskvi está pregonando. ¿Si la orden era secreta como el tribunal pudo dictar sentencia? No haré más comentarios. Vamos a esperar al proceso judicial.

P: ¿Cómo evalúa usted la declaración de Merabishvili [1] en su entrevista con "Kommersant" de ofrecer dinero a los rusos para derribar el monumento de Stalin?
R: El monumento a Stalin no es la cuestión. La verdad y la inmortalidad de Stalin no deja descansar a estas personas. Como alguien dijo una vez, cuanto más nos alejemos de Stalin más nos acercaremos a Hitler. Occidente camina hacia un nuevo Hitler y sus lacayos nos empujan en la misma dirección"

[1] Ministro de Asuntos Interiores de Georgia.

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